Quizás la Filosofía es el amor por la sabiduría, es la intención y práctica de comprender todo aquello con lo que interactuamos, y busca poner en ejercicio el espíritu crítico, la vocación investigativa sin verdades clausuradas que sofoquen el pensamiento y nieguen la poesía.
Quizás es una actividad crítica y elucidante que se ejerce en el lenguaje. Como la inteligencia, se alimenta más de preguntas que de respuestas. Quizás por ello la filosofía surge de la sospecha, la perplejidad y el asombro. Quizás está llamada a remover creencias inerciales, a hacer tambalear certezas culturales yampliar miradas obtusas que sólo giran sobre sí mismas.
Quizás sea por eso que los protagonistas históricamente provienen de tan distintos confines por lo cuál queda en evidencia el carácter nuclear de esta actividad, todos confluyen en un punto sin que, no obstante, tengan que hacer abandono de lo propio. Pero no debe entenderse "lo propio" como algo sobre lo que se tiene propiedad, como corresponde a toda legítima filosofía, pero además porque, si se puede hablar de "propiedad" en filosofía, esto paradójicamente ocurre sólo cuando otros rescatan, reconfiguran y resignifican lo pro-puesto, es decir, toda "ponencia" filosófica, si es legítimamente tal, pos-pone a su autor. Toda manera de pensar, razonar, derivar, rememorar o expresar puede integrarse al concepto de Filosofía.
Un ser con los ojos realmente abiertos sitúa a la filosofía en lo que es su hogar propio, reconstruye lo que fue su lugar de nacimiento, el ágora: plaza, mercado, espacio de la política y de las fiestas, de juicios y diálogos, lugar de paso y de encuentro, un cruce de lugares, una exploración topológica, un ejercicio acerca de los lugares o la falta de ellos y comienza ya no en metáfora a instruirse a cerca de lo que significa la vida y lo que no.